"Nunca me casaría con él" Esas palabras, aunque no exactas, son las que Daisy Bowman pronunció cuando su padre le informó de su futuro compromiso con Mathew Swift, la mano derecha de su padre en los negocios de su fábrica de jabones.
Pero lo que ella nunca se imaginó, es que el chico desgarbado que ella recordaba, se ha convertido en un hombre hecho y derecho que, no solo está de muy buen ver, sino que tiene una personalidad muy interesante.
¿Nunca le advirtieron que no se debe decir NUNCA?
Mathew Swift era un joven ambicioso, delgaducho y callado cuando entró a trabajar con el padre de Daisy en la empresa de jabones que este tiene en América. Sin embargo, siempre estuvo prendado de Daisy y hacía todo lo posible por observarla en silencio.
Daisy, por el contrario, no le hacía ni caso y podía decirse que le veía como una decoración más en la empresa.
¿Qué es lo que hace que esa relación cambie entonces? Bueno, las ganas de su padre de tenerlo como yerno y las ganas de casar a su hija, la cual ha permanecido soltera demasiado tiempo.
Daisy es nuestra última florero sin estar casada o comprometida, por lo que en este libro Kleypas nos cuenta un poquito de la vida de casadas de nuestras amigas mientras empieza a tejer el romance de Daisy y Mathew. Un romance basado en la indiferencia, que son de los que más disfruto, porque me gusta que sean ellos los que de vez en cuando se lo curren para conseguir a la chica.
No puedo decir que se compara al de Lillian o al de Evie, pero ciertamente es una muy buena historia.
Daisy tiene una personalidad con la que me he sentido identificada más de una vez. No solo porque le encante leer, sino porque también tiene un lado práctico a la vez que fantasioso, lo que hace que sea una chica un poco "rara" o fuera de los cánones normales que se pueden ver en las protagonistas de este siglo. Si algo malo puede tener, es que es un poco cabezona, pero hasta en eso me identificaba con ella.
En cuanto a Mathew, ha sido toda una sorpresa, porque tal y como me le ponían al pobre antes de salir a escena, pensaba que iba a ser el típico prota masculino pagado de sí mismo, pero no, todo lo contrario. Te encuentras con un hombre práctico, de un carácter tranquilo, un poquito manipulador, pero a la vez con un punto canalla y un Macgyver en toda regla (te saca de cualquier situación con un hilo y una navaja, lo juro)
Su primer encuentro incluso me recordó un poquito a la historia de Blancanieves, con eso de que pide un deseo al pozo, de repente aparece Mathew y Daisy quiere casi que huir de alli para no tener que hablarle.
Pero a partir de ese encuentro, se puede decir que empieza un proceso para ella en el que los prejuicios comienzan a desaparecer y aparecen la intriga, la admiración y el amor por ese orden.
Y para ello, debemos dar gracias a un ganso, a unas charadas y a una llave traidora dentro de un vestido.
Poco más puedo decir de este libro, más que es un libro que disfruté mucho, que recomiendo totalmente y que espero que, si sois fans de este tipo de historias, difrutéis también.
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