La Flor del Oeste - Jo Beverly

Después de un ataque a su castillo que acaba con toda su familia, Imogen solo tiene un camino para poder seguir siendo la dueña de su vida y su casa, pedir ayuda a Fiztroger de Cleeve, un hombre a servicio del rey y con una reputación nada despreciable, ya que Bastardo es lo menos que se oye decir de él.

FiztRoger nunca esperó que la Joya de la Corona, la mujer que ha sido durante años perseguida por muchos pretendientes sin ningún éxito por su parte, acabara en su puerta pidiéndole ayuda. Una ayuda que él solo proporcionará si hay matrimonio de por medio, por supuesto.

¿Podrán ambos siendo tan distintos entre sí, llevar a cabo una tarea tan grande como defender todo un territorio de manos de sus peores enemigos? e Imogen, ¿Podrá amar a aquel que siempre despreció?

La Flor del Oeste es un libro puramente medieval y muy bien ambientado. Creo que la autora ha reflejado muy bien cuál era el papel de la mujer noble durante esa época así como también cómo se comportaban aquellos nobles que se encontraban al servicio del rey o querían, de un modo u otro, ganarse sus favores a través de batallas o casamientos.

La historia comienza cuando Imogen, después de perder todo lo que poseía así como a su padre en un ataque orquestado por su peor enemigo, parte con la ayuda de un hombre de confianza de su padre hasta las tierras de FiztRoger de Cleeve.

Obviamente, y debido a sus estatus sería una locura presentarse ante él tal cual es, por lo que se disfrazará de una moza de pueblo que está embarazada y necesita asilo en las tierras de Cleeve.

Pero cuando llegan, Imogen espera de todo menos encontrar a un hombre joven, apuesto y lleno de vigor. FiztRoger es joven, sí, pero ha vivido muchas guerras debido a su condición de bastardo y cuenta con los favores del rey, por lo que su próximo objetivo es quedarse con las tierras de Imogen, ya que son las mejores y las más fértiles de la zona. Decidido a conquistarla, se está planteando partir hacia ellas cuando es la propia Imogen quien llega a su puerta pidiendo su ayuda como paladín.

Imogen es una joven dama que ve cómo su mundo se vuelve del revés cuando su padre es asesinado, su castillo es atacado y ella es expulsada de sus tierras. Considerada una beldad por sus pares y con el sobrenombre de La Flor de Carrisford debido a su gran riqueza y belleza, Imogen sabe que necesita de la presencia de un hombre en su castillo para evitar que nadie más golpee su puerta con proposiciones indecentes. Y FiztRoger parece ser la mejor opción.

Su historia romántica me ha gustado bastante porque ha ido paso a paso y no se ha precipitado en ningún momento. La autora ha sabido muy bien hacernos ver las diferentes fases en su relación; primero odio y desconfianza de parte de ambos, después, un reconocimiento y amistad si puede llamarse, y finalmente, un amor que va a luchar con todo y contra todos.

Desde el momento en que ambos empiezan la convivencia, sin embargo, encontraremos a una Imogen bastante cabezota con respecto a Cleeve que hará que el pobre hombre tenga más paciencia que un santo para la época. Porque no solo desobedecerá sus órdenes, sino que no le permitirá acercarse a más de 2 metros de ella por muy marido suyo que sea. Y todo por culpa de un trauma de Imogen y de unas creencias erróneas llevadas a cabo por un cura bastante creepy, si he de ser sincera.

En cuanto a la trama, en ningún momento ha decaído demasiado. Sí que es cierto que había capítulos más aburridos que otros, pero en líneas generales ha sido interesante y lineal. El antagonista de la historia ha sido el que ha dado juego la misma a través de diferentes actos, como los atentados o los secuestros y si tengo que poner un pero, sería hacia el final, cuando todo ha ocurrido demasiado rápido para lo que se cocía desde el principio.

Resumiendo, es un libro que se lee fácilmente, que engancha y que, si te gustan las novelas ambientadas en la época medieval no deja indiferente a las lectoras que, como a mí, nos gustan una buena ambientación y unos personajes con personalidad..aunque esa personalidad a veces fuera desesperante, sobre todo por parte de Imogen.