Era el año de Hattie y todo estaba listo para el gran momento. No solo iba a despojarse de aquello que la ataba a un matrimonio, sino que iba a conseguir que el negocio de su padre fuera completamente suyo.
El problema...que encontrar a un hombre herido y atado en su carruaje no estaba en sus planes, y menos si ese hombre era el hombre más poderoso de los Barrios Bajos de Londres. ¿Podría hacer que él se olvidara de la venganza contra el hombre que le atacó? Tal vez si hiciera un trato con él...pero ya sabemos que los tratos con el diablo acaban en situaciones inesperadas y el año de Hattie puede comenzar siendo más interesante de lo planeado siempre y cuando las sombras que acechan a esa misterioso hombre no acaben por convertirlo todo en oscuridad.
Y no toméis a malas mis palabras, puesto que no ha sido debido a que no me ha gustado, sino todo lo contrario. Con esta segunda lectura después de este parón literario me he reafirmado en todo lo que pensaba la primera vez que le empecé. La historia de Hattie y Bestia no ha podido comenzar mejor y por supuesto, no podía terminar de otra manera. La manera en la que ambos se conocen es como a mí me suele gustar que empiecen este tipo de novelas. Con un toque de humor combinado con bastantes momentos hot y con una venganza de por medio. Y la autora ha sido capaz de darme todo eso en apenas unos tres capítulos de inicio. La verdad es que si bien Bestia me ha gustado mucho como protagonista y finalmente hemos podido ver ese lado vulnerable y tierno que en el primer libro no se intuía para nada, me quito el sombrero ante el personaje de Hattie. Una mujer que desde el principio sabe lo que quiere y cómo lo quiere y que lucha por ello enfrentándose a cualquiera, incluidos su familia y como no, Whit (aka Bestia), ya que a pesar de que se ve esa atracción a lo largo de la novela y cómo Hattie desconfía de sus intenciones, nunca hace dramas ni escenas, sino que analiza bien las cosas, busca información para saber el por qué de esas decisiones y es capaz de escuchar y empatizar sin dejar de lado su orgullo y sus pensamientos (la escena del rechazo a Bestia es de mis favoritas en este tipo de novelas por todo lo que implica) Otra cosa que me ha gustado mucho es la trama de la novela, puesto que aunque había una venganza de por medio por parte de los Bastardos hacia un familiar de Hattie, se ha centrado más en la relación de ambos, lo que me ha dado tiempo a ver cómo esa relación que empezó siendo más carnal y de pura atracción, a una relación más asentada y romántica. Si algo he echado en falta, ha sido precisamente esa venganza en sí. Después de saber que la culpa de todo la tenía cierta persona del entorno de Hattie, ésta queda relegada a tercer plano y no vuelve a salir en ningún momento, así como tampoco su padre ni nadie de los que estaban involucrados en el negocio. Es como si la autora les hubiera usado para su propósito y luego se olvida de ellos y de esa venganza porque ya tiene lo que quiere, que es a Hattie y Bestia luchando por sus respectivos negocios. Y bueno, por otro lado el personaje de Ewan. Que sí, que sé que es el siguiente en tener su historia y seguramente todo lo que se sabe de él sea edulcorado en su historia, pero no me gusta que para ello en estos libros haya intentado matar en más de una ocasión a los protas, haya ocasionado la casi muerte de sus mujeres y haya dejado por el camino a más de un cristiano tieso en el sitio. Mucho tiene que cambiar su historia para que me guste si quiera un poco. GRACE confío en tí. |
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