¿Qué estarías dispuesta a ofrecer a cambio de tener la ayuda del hombre más poderoso de los barrios bajos de Nueva York para encontrar a un hombre que ha desertado de su propio hogar?
Justine pensó que Jack apelaría a su caballerosidad para ayudarla en su investigación, pero nunca se imaginó que su personalidad le atraería tanto que decidiría pedirla un favor a cambio...un favor que cambiará su vida para siempre.
En esta historia conocemos por fin a la tercera hermana Greene, Justine. Así como en los primeros libros apenas conocemos nada de sus andanzas por los barrios bajos, en este libro vemos por fin cuál es su trabajo y, lo más importante, cual es su verdadero carácter.
Justine es la hermana pequeña y, por lo tanto, siempre ha estado muy protegida por sus hermanas, quienes la ven cómo alguien muy inocente y puro. Para ellas, Justine nunca sería capaz de levantar la voz o de ir en contra de su familia por hacer lo correcto.
Pero eso no es del todo cierto. En este libro podemos ver que Justine si puede ser inocente, pero no es tonta y a lo largo de toda su vida ha visto tantas maldades e injusticias que nada puede sorprenderla. Por eso, y debido a que sabe qué injusticias ocurren siempre con las mujeres y sus hijos cuando sus maridos las abandonan, decide emplear todas sus fuerzas a la búsqueda de aquellos hombres desertores que, sin ningún escrúpulo, abandonan a sus familias sin ningún poder adquisitivo detrás.
Es durante una de esas investigaciones, que se verá en la necesidad de acercarse al dominio de Jack Mulligan, un hombre hecho a sí mismo y que es conocido como "el Diablo de los barrios bajos", ya que bajo su poder se encuentran los personajes más peligrosos y bribones de Nueva York.
A Jack también se le ha podido conocer un poco en los libros anteriores, pero al igual que con Justine, es en su libro (obviamente) cuando realmente la autora nos da a conocer el verdadero carácter de este misterioso hombre. Y no ha podido hacer un personaje mejor.
Nacido de una prostituta y criado en un burdel, Jack tiene bajo su control no solo a ladrones o asesinos, sino también a policías, políticos y personajes de cierto renombre. Por ese motivo, siempre obtiene lo que quiere y no duda en utilizar el chantaje o la amenaza para lograrlo.
Cuando Justine, la hija de Duncan Greene aparece en su puerta y le pide que le ayude a buscar a un hombre que resulta ser un trabajador suyo, Jack ve la oportunidad perfecta para tener a Justine en la palma de su mano. Pero con lo que no contaba, es que la supuestamente angelical Justine, se iba a convertir en una mujer segura de sí misma, luchadora y amenazante cuando se trata de defender sus ideas.
Su historia romántica comienza en el primer capítulo con esa escena que comento en su despacho, y a partir de ahí, la cosa solo va mejorando. La autora ha sido capaz de crear a su alrededor una serie de conversaciones y situaciones que, de nuevo, no son nada convencionales pero que hace que los protagonistas se acerquen cada vez más y nosotras ardamos de impaciencia por ver cuándo ambos se van a dar cuenta de sus sentimientos.
No solo tenemos escenas candentes en boleras y despachos, sino que también conocemos al verdadero Jack, y no puede ser más perfecto.
No puedo decir mucho para no spoilear, pero decir que, a medida que vas conociéndole, la autora nos hace enamorarnos más gracias a todo lo que hace para que Justine consiga lo que quiere. Y lo que quiere es ser la primera mujer policía de Nueva York.
Es adorable ver cómo Jack se desvive por complacer sus deseos y cómo ella empieza a conocer a Jack más allá de su fachada de bribón y peligroso.
Y uno de los secundarios que más va a ayudar a que eso suceda será un enemigo de Jack.
Por culpa de él, Jack pasará por una serie de ataques contra su persona que finalmente harán que Justine se dé cuenta de sus sentimientos y saque el valor que nunca creyó tener para poner a salvo a la persona que ella ama y quiere conseguir.
Si hay un pero esta historia, es que la autora tiene la manía de hacer que siempre sean ellos quienes pierdan algo para conseguir a la protagonista. Con esto no quiero decir que me encante que sean ellas las que siempre cedan, pero en este caso, y viendo cómo es la trama, me parece que ambos deberían ceder muchas cosas pero siempre son ellos quienes dejan a atrás sus sueños, sus vidas o su poder para que ellas puedan aceptarles en su sociedad.
Y otra cosa que me ha amargado la lectura a veces, ha sido la hipocresía de sus hermanas.
A ver, la serie va de mujeres poco convencionales de la alta sociedad que, sin quererlo, acaban enamoradas de hombres de mala reputación y que pertenecen a los barrios bajos, lo que significa que sus conexiones no son nobles, sino de personas normales y corrientes.
Ambas hermanas mayores lucharon contra todo por su libertad y su amor hacia sus parejas e incluso mintieron a sus propias hermanas para poder hacer lo que creían correcto. Y ahora que Justine hace lo mismo y está implicada sentimentalmente con un hombre de ese estilo, ¿Ellas desaprueban la relación y amenzan a Justine con contarle todo a su padre?¿En serio?
Ahí la autora creo que se columpió bastante e hizo que los dos libros anteriores perdieran puntos solo por ese motivo.(Pero si algo fue positivo de estas escenas fueron las palabras de Justine echándoles en cara precisamente eso, su hipocresía.)
Si os gustan las historias en las que los personajes tienen una química increíble, van creciendo como personas gracias al apoyo mutuo, el romance es explosivo, las tramas son de infarto y el final es casi de cuento. Entonces esta es vuestra historia.
Y si no lo hacéis por la historia, hacedlo por Jack Mulligan, porque definitivamente es un personaje masculino que merece la pena conocer.
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