2 mar 2023

La guerra de las dos reinas - Jennifer L. Armentrout


Desde la desesperación de coronas doradas...

Casteel Da’Neer sabe demasiado bien que pocos son tan astutos o despiadados como la Reina de Sangre, pero nadie, ni siquiera él, pudo haberse preparado para esas sobrecogedoras revelaciones. La magnitud de que lo que la Reina de Sangre ha hecho es casi impensable.

Y nacido de carne mortal...

Nada podrá evitar que Poppy libere a su Rey y destruya todo lo que la Corona de Sangre representa. Con la fuerza de los guardias y el apoyo de los wolven, Poppy debe convencer a los generales de Atlantia de luchar a su manera, porque esta vez no puede haber retirada. No si ella mantiene la esperanza de construir un futuro en el que los dos reinos puedan convivir en paz.

Un gran poder primitivo se alza...

Juntos, Poppy y Casteel deben aceptar antiguas y nuevas tradiciones para salvaguardar a quienes aman y para proteger a los que no pueden defenderse. Pero la guerra es solo el principio. Poderes ancestrales y primitivos ya se han avivado, revelando el horror de lo que comenzó hace eones. Para terminar lo que la Reina de Sangre ha empezado, quizá Poppy tenga que convertirse en lo que habían profetizado que sería, en lo que más teme.



 Esta cuarta entrega de la saga principal de "De sangre y Ceniza" ha seguido la estela de los tomos anteriores, y la adicción que me ha creado ha sido rivalizada con el poco tiempo que he tenido para leer tanto como yo quisiera. Pero si de algo estoy segura, es que con cada libro, la autora se supera y nos muestra por qué esta es una serie que está tan de moda y de la que se habla tanto.
En esta ocasión nos encontramos con una trama contada a dos manos, es decir, tenemos por primera vez pasajes narrados desde el punto de vista de Casteel y otros desde el punto de vista de Poppy. Y la verdad es que tiene mucho sentido que la autora haya decidido hacerlo así, porque el final del tercer libro acabó con un Casteel capturado por la Reina Isbeth después de que, tras su enfrentamiento final, se dieran cuenta de que no estaban tratando con una Reina cualquiera, sino con una Diosa falsa.
Podemos sentir la desesperación de Poppy desde el momento en que despierta de su enfrentamiento con Isbeth y ser consciente de que no solo esa Reina a la que pretendían derrocar era su verdadera madre, sino que además fue la culpable de que Casteel sufriera tantos años atrás y de nuevo, le tiene en su poder.

Me pasaría una eternidad soportando estos mordiscos si eso significaba que ella estaba a salvo. Que no era ella la que estaba en esta celda. Que no era ella la que sufría este dolor.

Casteel es un personaje enigmático, nunca sabemos lo que piensa en realidad o como se siente porque su prioridad número uno es Poppy; y aunque a través de sus conversaciones con ella y con otros personajes sabemos que mataría y moriría por ella, que está enamorado hasta las trancas y que es capaz de ir hacia el mismísimo infierno por aquellos a los que ama, es en este libro cuando empezamos a conocer también a ese Casteel traumatizado por todo lo que ha vivido desde que decidió ir en busca de su hermano Malik  (que han sido unas cuantas cosas nada agradables) hace ya unos cuantos siglos y de cómo se siente respecto a Poppy y respecto a su papel como Rey de Atlantia. La responsabilidad que siente sobre sus hombros o cómo es que a pesar de todo lo que le ha pasado, sigue teniendo esa resistencia y ese aplomo e incluso ese puntillo cómico e irónico. Y todo es por Poppy.

El amor. Menuda emoción más extraña. He visto cómo acababa con los seres más poderosos, y también he visto cómo les daba a otros una fuerza increíble. 

 Poppy es la única persona capaz de sacarle de ese estado de "inconsciencia", "hambre", "depresión" por las que a menudo pasa a lo largo de la historia. Y me gusta cómo la autora ha ido construyendo esa relación de ambos, porque si bien empezó como una relación basada en la atracción, la mentira y la desconfianza, en este cuarto tomo podemos ver cómo no solo Casteel es más feliz, más abierto y más como era él antes de que su hermano fuera secuestrado, sino que también podemos ver como Poppy ha pasado de ser la Doncella, una chica que, aunque valiente tenía muchas inseguridades y no se consideraba digna de ser amada, a una mujer que, no solo ama con una fuerza infinita a Casteel y a todos los que forman parte de Atlantia, sino también en una mujer que es capaz de verse a sí misma como alguien fuerte, valiente, merecedora de amor y por sobre todas las cosas, como una verdadera DIOSA.

Por que sí, en esta trama de este cuarto libro, la autora nos confirma que Poppy es una DIOSA, pero no una Diosa cualquiera, sino una PRIMIGENIA. Es decir, que tenemos ante nosotros a la persona más poderosa de ambos mundos y a la nieta de Sera y Nyktos.

Decir que me sorprende ese giro sería mentir, porque la autora lo ha ido soltando poco a poco, pero si hay algo que me ha shockeado, ha sido toda la trama detrás de Isbeth y Malec, cuál era realmente el cometido de una profecía que aparece en "Una sombra en las brasas" y contra quién es realmente el enemigo con el que tienen que luchar.

Poco más puedo decir de los personajes principales que no haya dicho ya.

Casteel y Poppy se complementan a las mil maravillas y cada vez que están juntos el humor, la dulzura y la tensión sexual están ahí. Aunque en esta ocasión tenemos que añadir a Kieran, porque sí, en este libro por fin podemos ver en qué derivan todas esas pequeñas pinceladas que ya dió la autora desde el libro uno sobre la relación de ellos tres.

La Unión es un acto que lleva saliendo desde el primer libro, y la autora ha sabido muy bien cómo prepararnos poco a poco para ese momento. Y también debo añadir que la forma en la que ha hecho que "suceda" ha sido bastante original, ya que ha introducido una maldición en Kieran para que tanto Casteel como Poppy tomaran la decisión de Unirse a él.

Sin embargo, hay un pero en esta historia. Y es que para mí, aunque Kieran recalca en más de una ocasión que su amor por Poppy es un amor diferente al que se siente por una pareja o un amigo...

Es el tipo de amor que me permitió hacerte esa promesa, Poppy. Es el mismo tipo de amor que te permitió pedirme eso.

ha sido un poco raro para mí leerlo, puesto que desde que Casteel está desaparecido y Kieran toma más relevancia en su vida, lo que siempre ha visto ha sido a un hermano velando por la seguridad de su hermana de todas las formas posibles. (dándola ánimos, consolándola, prometiendo que hará todo lo posible porque esté a salvo y pueda reunirse con Casteel etc.)

Pasando a los secundarios, destacar  entre los del bando de los buenos (o eso creo) a los personajes de Malik y de Millicent por un lado;

Malik es un personaje muy interesante y espero que conozcamos más adelantes más cosas sobre él, porque tengo mucha curiosidad por saber cómo fue su vida durante tantos siglos bajo el yugo de Isbeth. No solo por su papel en la infancia de Poppy, sino también porque ha resultado ser el corazón gemelo de la hermana de Poppy, Millicent y, hasta ahora solo tenemos la información de que ella no lo sabe. Así que quiero ver cómo se desarrolla su historia de amor y cómo va a trabajar en la relación con sus padres y su hermano después de todo lo que ha hecho.

Y por otro a Vonetta, Emil, Delano y por sobre todas las cosas a Reaver, el draken más molón del universo.

Todos los personajes secundarios de esta historia tienen su cometido, sus ideas, sus sentimientos, su propio momento de gloria y su importancia, y eso me encanta, porque cuando alguno de ellos está en peligro o muere, lo sientes como lo sentirías por los principales y te duele igual.

Y en esta ocasión Reaver se lleva la corona al personaje secundario del cuarto libro. Sus diálogos y rivalidad con Kieran, sus momentos de "rostizar a todo lo que se mueve", sus ironías y su relación con Poppy y con los otros Draken han sido lo que le ha dado un poco más de ligereza a momentos que eran bastante tensos, por lo que cada vez que salía, era tener una sonrisa constante en la cara.

Para ir acabando, decir que no puedo esperar a leer el quinto libro, del que todavía tendremos que esperar un poco; y por supuesto, tengo muchísimas ganas de saber qué pasa con la historia de Sera y Nyktos, porque en este libro han ayudado a Poppy en muchas ocasiones y por fin han podido recuperar a uno de sus hijos. Así que la espera va a ser larga, pero sé que no me va a decepcionar.

De sangre y cenizas...hemos resurgido


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