Nada puede salir bien cuando juntas a una humilde costurera con un notorio libertino necesitado de dinero. ¿O sí? Porque da la casualidad que esa costurera no es tan humilde y el notorio libertino, no es tan notorio...pero sí libertino. En este libro todo son mentiras y engaños, así que ya no sé si es cierto que él es libertino, que ella es costurera o que ambos son el uno para el otro a pesar de todo. Para saber todo eso...habrá que leerlo.
Si le comparo con el primero de la serie, definitivamente éste libro ha tenido menos impacto en mí. Aún así, no puedo decir que no me ha gustado, porque mentiría.
El pero que le pongo es que el romance de ellos me ha parecido un poco forzado al principio, sobre todo por parte de ambos. Rhys la engaña para poder quedarse con su dinero y ella se enamora de una ilusión, un ideal que ella ha hecho de él desde que la defendió a ella y a una amiga suya de unas situaciones bastante desagradables.
Aún así, como digo, me ha gustado mucho esta nueva entrega de la serie, que ha tenido un romance un poco tenso al principio pero luego ha ido todo sobre ruedas y de nuevo la autora nos ha regalad escenas de los más románticas entre ambos.
Rhys es un hombre que al principio del libro es un libertino, amoral, egoísta y todos los apelativos poco halagadores que se me ocurren, pero a medida que vemos lo que le ocurrió para ser así, puedes llegar a entender en parte algunas de sus ideas y actitudes.
Sobre Prudence, de nuevo encontramos una protagonista trabajadora, y con las ideas bastante claras, aunque muy soñadora y demasiado confiada, lo que hace que a veces tuviera serias dudas sobre si ese amor que sentía por Rhys era por él mismo o por su ideal romántico, como he dicho antes.
Pero la autora lo ha resuelto bastante bien, la tema es sencilla pero engancha y los secundarios han aportado su granito de arena cuando ha sido necesario.
En resumen, una historia que nos enseña que no es el dinero el que da la felicidad, sino que la felicidad son las pequeñas cosas de la vida que nos rodean.
El pero que le pongo es que el romance de ellos me ha parecido un poco forzado al principio, sobre todo por parte de ambos. Rhys la engaña para poder quedarse con su dinero y ella se enamora de una ilusión, un ideal que ella ha hecho de él desde que la defendió a ella y a una amiga suya de unas situaciones bastante desagradables.
Aún así, como digo, me ha gustado mucho esta nueva entrega de la serie, que ha tenido un romance un poco tenso al principio pero luego ha ido todo sobre ruedas y de nuevo la autora nos ha regalad escenas de los más románticas entre ambos.
Rhys es un hombre que al principio del libro es un libertino, amoral, egoísta y todos los apelativos poco halagadores que se me ocurren, pero a medida que vemos lo que le ocurrió para ser así, puedes llegar a entender en parte algunas de sus ideas y actitudes.
Sobre Prudence, de nuevo encontramos una protagonista trabajadora, y con las ideas bastante claras, aunque muy soñadora y demasiado confiada, lo que hace que a veces tuviera serias dudas sobre si ese amor que sentía por Rhys era por él mismo o por su ideal romántico, como he dicho antes.
Pero la autora lo ha resuelto bastante bien, la tema es sencilla pero engancha y los secundarios han aportado su granito de arena cuando ha sido necesario.
En resumen, una historia que nos enseña que no es el dinero el que da la felicidad, sino que la felicidad son las pequeñas cosas de la vida que nos rodean.
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