No solo tendrá que enfrentar a Wrath y los sentimientos que le provocan, sino que también va a tener que tener contacto con sus 6 hermanos, los cuáles van a hacer todo lo posible por sacarle hasta el último de sus secretos. Avaricia, Codicia, Orgullo, Gula, Lujuria...todos y cada uno de ellos tienen un motivo para acercarse a ella, y Emilia va a empezar a descubrir incluso cosas de ella misma que ni sabia que existían.
Después del final del primer libro, en el que Emilia decidió ir al Inframundo para comprometerse con nada más y nada menos que el Rey del mismo, yo ya sabía que la historia solo podía mejorar, y la autora no me ha defraudado, sino todo lo contrario.
El libro anterior nos adentraba poco a poco en un mundo en el que el bien y el mal convivían sin que muchos lo supieran y fuimos testigos de cómo tras la muerte de Vittoria, la hermana de Emilia, esas líneas entre la tierra y el Infierno se hicieron todavía más finas, logrando así que una maldición muy antigua comenzara a cumplirse sin remedio.
Y ahora en este segundo, comenzamos a indagar todavía mucho más en ese mundo oscuro e impenetrable que es el Inframundo de la mano de Emilia, ya que nuestra historia comienza con ella descendiendo al Infierno de la mano de Wrath para cumplir la promesa de ser la esposa del Rey del Infierno.
Pero el viaje no será fácil por varios motivos; el primero de ellos es que el Inframundo se rige por sus propias reglas y para lograr su cometido, Emilia deberá esperar la invitación formal de su futuro marido. Invitación que a medida que pasan las semanas no consigue llegar.
El segundo, son los sentimientos que Emilia siente por Wrath y que parece ser que son correspondidos. La tensión sexual que hay entre ambos hace que Emilia se encuentre deseando en más de una ocasión que su futuro marido siga siendo Wrath y no Pride, como prometió. Pero así como hay atracción entre ambos, también hay muchos secretos y desconfianza, por lo que su convivencia no es tan fácil como podría esperarse.
Y tercero, pero no por ello más importante, su hermana Vittoria. Su cometido al llegar a la Casa de la Ira siempre ha sido hacerse parte de la Casa del Orgullo para poder investigar desde su posición de prometida qué es lo que verdaderamente ocurrió el día que su hermana acabó muerta y qué es lo que podría hacerse para evitar que una guerra entre entre el Infierno y el mundo real ocurrra y se lleve a muchas personas inocentes por delante.
El miedo es poder aquí. Cuanto mayor es tu miedo, mayor es el poder que nos das.
Este libro tiene tantos giros de tuerca que incluso teniendo claro todo lo anterior, la autora es capaz de hacernos un lío la cabeza y dejarnos con más preguntas que respuestas.
La primera de ellas es, ¿Qué es lo que va a pasar con nuestros protas? Sabemos que Emilia y Wrath son los protas, que se atraen, se desean y quieren estar juntos (a lo largo del libro tenemos más de una escena que nos lo demuestra de unas formas muy explícitas pero a la vez desesperantes, porque nunca llegan a término jajajaj), pero también sabemos que Emilia no confia en Wrath y que él no solo esconde sus sentimientos y dice verdades a medias, sino que a medida que Emilia va indagando con el resto de sus hermanos, nos damos cuenta que tiene un papel mucho más importante de lo que deja entrever no solo en relación a la noche en que Vittoria murió, sino en lo que a la maldición se refiere.
La segunda pregunta es. ¿Quién es realmente Emilia? Porque sí, si Wrath es una fuente de secretos, Emilia también tiene su propia historia y su propio poder, pues parece ser que dentro de ella habita un poder oscuro y muy poderoso que hasta ahora había permanecido aletargado. Ese poder le permite realizar hechizos que nunca pensó que haría pero también le asusta, porque comienza a tener visiones y recuerdos de algo o de alguien que ella no recuerda pero que parece ser vital para la maldición.
El destino puede tender la mano, tratar de guiarnos por ciertos caminos o intervenir, pero en última instancia, somos libres de elegir nuestro sino. Nunca lo dudes.
Otra pregunta es, ¿Quién es realmente la Curandera de la corte demoniaca? Emilia en este libro se va a encontrar con nuevos personajes que van a ser clave para su supervivencia en la Corte de la Ira, y una de ella es la anciana curandera. Una mujer llena de secretos que va a jugar un papel muy importante en la vida de Emilia y que al final mostrará su verdadera cara. Por que sí, queridos lectores, ante nosotros tenemos a una de las Diosas más poderosas, a la Anciana, con mayúsculas.
Algunas verdades no otorgan la libertad que buscas.
Una vez conocida no podrás volver atrás.
Elige sabiamente.
Y por último, pero no por ello menos importante o impactante, es ¿Qué es lo que quieren los príncipes del Inframundo?¿Qué es lo que realmente le ocurrió a Pride? ¿Y con Vittoria? ¿Qué le ocurrió finalmente a su hermana? Y ahí es cuando figuradamente mi cabeza explotó, porque aunque me imaginaba algunos de los giros, otros no pensé que me iban a dejar con más dudas de las que ya tenía.
Aunque si hay algo que me ha gustado más que nada, ha sido la relación de Emilia y Wrath. Me está gustando mucho cómo la autora está llevando una relación odio - desconfianza - traiciones y secretos hacia una de respeto mutuo - atracción - amistad y por último un poquito de amor.
Desde el primer capítulo podemos ver a un Wrath preocupado por Emilia. Siempre está pendiente de lo que necesita, de cómo se siente, hace todo lo posible por ayudarla a que esté cómoda y segura e incluso la ayuda a entrenar y a protegerse de la influencia que puedan tener el resto de los hermanos sobre ella, por lo que con él, Emilia sabe que decida lo que decida siempre va a ser por voluntad propia y por que ella así lo quiere. Aunque a veces Wrath manipule y le esconda cosas, no podemos negar que como Príncipe del Infierno, es un hombre decente y de palabra.
- Dijistes que no lo harías.
_ ¿ Que no haría qué?
- Cuidar de mí. Dijiste que no lo harías...
_ Mentí
Y ahora que ya sabemos que realmente Emilia ha estado desde el principio prometida a Samael, el verdadero Ángel Caído, es cuando la relación empieza a tomar más forma, con Emilia aceptando esa identidad e incluso aceptando sus sentimientos por él.
En resumen, un libro mucho mejor que el anterior en cuanto a trama se refiere y que solo hace que quieras seguir y seguir leyendo sin parar, porque como digo, la autora te plantea un montón de preguntas que, aunque a algunas te da respuesta, a otras solo hace que te formules teorías descabelladas que no hacen más que liarse en tu cabeza, y eso como he dicho muchas veces, me encanta!!
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