Una mujer que no quiere seguir las normas establecidas por la alta sociedad Americana de la época y un hombre hecho a sí mismo que solo busca venganza contra el hombre que le arrebató todo cuando éste era apenas un infante.
¿Qué puede tener en común una pareja así?
Florence no solo quiere abrir un casino para mujeres, sino que además es la hija mediana de Duncan Green, el hombre que destrozó la vida de Clayton, el poderoso dueño del mejor casino de Nueva York y el hombre al que Florence va a pedir ayuda para aprender todo lo necesario para poder llevar a cabo su sueño.
¿Venganza? Un plato que se sirve frío, pero que tendrá que luchar contra otro sentimiento con el que Clayton no contaba...el Amor.
La historia de Clayton y Florence prometía y mucho en el libro de Mamie y Frank (The Rogue of Fifth Avenue) pero apenas nos dieron un atisbo de las andanzas de Florence.
En este, sin embargo, finalmente podemos ver a dónde conducían todas esas escapadas nocturnas de Florence y no podían ser más emocionantes.
En primer lugar, debo presentar formalmente a los protagonistas de esta historia.
Por un lado tenemos a Florence Greene, la hija mediana de Duncan Green, y, por ende, una señorita por nacimiento y posición social.
Al igual que sus hermanas, no está conforme con el rol que la sociedad pide de ella y, decidida a dar un paso más allá y romper con ese molde, está decidida a invertir todo su tiempo y esfuerzo en crear un exitoso casino solo para mujeres. Ya que considera injusto que solo los hombres sean los que pueden disfrutar de noches de juego y diversión fuera de los grandes salones de baile.
¿Pero cómo conseguir aprender todo lo necesario para poder llegar a ser la dueña perfecta?
Sin dudarlo un segundo, irá en busca de Clayton, el dueño del mejor club de juego de Nueva York y con una fama digna de un hombre que se ha criado en los barrios bajos.
Clayton es un hombre hecho a sí mismo que carga con un pasado trágico, lo que ha hecho que lleve más de 20 años planificando una gran venganza contra el hombre que provocó todo aquello. Y ese no es otro que Duncan Greene. Por eso, cuando la hija de su peor enemigo acude a su club, llama su atención y le propone tutorizarla en todos los aspectos turbios que suponen llevar a cabo la dirección de un club de juego, el ve el escenario perfecto para vengarse de su familia.
El problema vendrá cuando, poco a poco, empiece a enamorarse de Florence y sus sentimientos de odio y venganza empiecen a luchar contra los románticos.
La historia entre ambos protagonistas parece un cliché andante, como todos aquellos libros de romántica que tienen una sinopsis parecida. Pero si algo me gusta de esta autora, son los giros inesperados que es capaz de introducir en una historia trillada para convertirla en una obra maestra.
Desde el minuto uno que Florence atraviesa el despacho de Clayton, éste ya le deja bien claro las intenciones que tiene con respecto a su familia y su padre así como su atracción por ella y su intención de tenerla en su cama como amante. (Si eso no es sinceridad, yo ya no sé lo que es), por lo que durante toda la historia nos evitamos ese cliché andante de (voy a mentirla para aprovecharme y con el paso del tiempo me voy a arrepentir de mis actos).
Otra cosa que me ha encantado del protagonista es su lado protector y granuja. No solo se ha preocupado durante toda la historia del bienestar de Florence, sino que sus intentos de seducción han sido una delicia para mis ojitos lectores, con unas escenas románticas de ponerse al lado del ventilador (por favor, tened en mente la escena en una habitación oculta de un burdel en la que se ven atrapados durante una redada policial. No tiene desperdicio y es una escena digna de un premio a la originalidad)
En cuanto a Florence, me ha gustado durante toda la historia. En ningún momento ha sido una niña caprichosa o indecisa. Todo lo contrario, Clayton ha sido capaz de complementar muy bien su carácter, ya que ambos se han reconocido tal cual son desde el principio y han respetado sus ideas y modos de pensar. Ella tiene muy claro lo que quiere y ni siquiera las negativas de Clayton a algunas de sus peticiones la han hecho claudicar.
El final que les ha dado la autora, además de ser originalidad pura también (no digo más para no spoilear), ha reflejado muy bien lo que ambos personajes han comentado a lo largo de la historia acerca de la independencia y el valorar a su pareja más que cumplir con las expectativas del resto de la sociedad.
Yendo a otro aspecto de la historia, destacar a los secundarios. Duncan Greene de nuevo vuelve a ser el eje principal de la historia (y de nuevo por nada bueno), pero esta vez conoceremos otro tipo de personajes que van a ser fundamentales para que la historia entre nuestros protagonistas pueda llegar a buen puerto.
Por un lado tenemos a Jack, el jefe de seguridad de The Bronze House, el club de Clayton; mejor amigo y consejero del prota, será el encargado de tapar todos los affaires de nuestra parejita y de ayudar a que ambos arreglen sus diferencias más adelante.
Anabelle es otro personaje digno de admirar. Es la dueña de un burdel y la mejor amiga de Clayton, lo que automáticamente la hace casi su confidente y la que velará por los semtimientos de Florence con respecto a éste.
Y por otro lado, nos encontramos con Jack Mulligan. Un personaje misterioso, atractivo y del que tengo muchas ganas de leer (Sí señoras, es el protagonista del tercer libro). Dueño de un club de juego y rival de Clayton, tiene a su merced a lo peorcito de los barrios bajos y será una pieza clave en la historia de amor de nuestros protas (de nuevo, recrearos con la escena en la que Florence está en su club y hace un bailecito todo sensual a Clayton en venganza a su trato, por favor, otro premio a la originalidad)
Tiene algunos peros, como la cabezonería de Clayton a la hora de llevar a cabo su venganza o cómo Duncan actúa una vez que sabe todo el percal sobre su hija con el mencionado, pero son tan insignificantes en comparación con la historia en general, que he dicho esto por hacerle un pequeño feo y no dar la sensación de que es una historia perfecta (aunque se le acerca mucho, desde mi punto de vista)
Recomendada totalmente si os gustan las historias románticas que tienen giros originales, personajes con personalidades fuertes y decididas y tramas secundarias fuera de los grandes salones de baile propias de las historias de regencia.
Disfrutad de la lectura y de Clayton, porque merece totalmente la pena.
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